La verdad respecto al recipiente de presión de la CNA-I

Nos llama la atención algunos artículos periodísticos, que publicaron notas alarmistas y erróneas  en medios nacionales sobre el recipiente de presión (vasija) de la Central Nuclear Atucha I, a raíz de lo ocurrido en un reactor de Bélgica.

Introducción:

El problema aparecido en el recipiente de presión (o vasija) en el reactor Doel-3 de Bélgica fue descubierto recientemente en una parada programada.  El tema, si bien está bajo análisis, con los elementos con que se cuenta hasta ahora permiten estimar que se trataría de un problema de forja del recipiente (esto implicaría un problema de fabricación del recipiente del reactor belga).  No se trata de un problema de diseño ni de un problema que se haya producido durante la operación de la central nuclear. 

Por otra parte estos recipientes no se fabrican en serie, sino uno por uno, o sea que el eventual problema que pueda aparecer en uno no necesariamente se repite en los otros recipientes producidos por el mismo fabricante, en este caso la empresa holandesa Rotterdamsche Droogdok Maatschappij (RDM).

La Central Nuclear Atucha I (CNA-I):

Encontramos que varios medios de comunicación informaron que el recipiente de presión de la CNA-I fue fabricado por la empresa holandesa RDM.  Esto es totalmente falso.

 Dicho recipiente, provisto por la empresa Siemens, fue producido en Alemania y no en Holanda, según se detalla:  1) la fabricación de los lingotes de acero se realizó en la empresa Rheinstahl Heinrichshütte (Alemania); 2) tanto el forjado y rolado, para la hechura de las chapas, como las soldaduras verticales, para formar los anillos del recipiente, se realizaron en la empresa Ruhrstahl Apparatebeau (Alemania). 

La empresa RDM sólo participó en la realización de un conjunto de soldaduras para el acoplamiento de los anillos del recipiente y para su acondicionamiento para el transporte seguro desde el puerto de Rotterdam (Holanda) a Argentina que, como podemos observar, nada tienen que ver con el tema de fondo.

Además, se destaca que el recipiente de presión de la CNA-I se encuentra sometido a un programa de vigilancia permanente desde el inicio de su operación, siguiendo los estándares nacionales e internacionales de seguridad,  consistente en inspecciones que se realizan durante las paradas programadas destinadas al mantenimiento preventivo de la central.

Es importante señalar que algunos medios informaron erróneamente, tal vez porque la Agencia de Energía Nuclear (NEA) de la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OECD)  había colocado al recipiente de presión de la CNA-I en un listado preliminar como provisto por la empresa RDM, pese a que la OECD había aclarado que su listado podía contener errores, aspecto que fue soslayado por los mismos medios.  Efectivamente, poco tiempo después la OECD corrigió su propio listado, quitando a la CNA-I del mismo.  Sin embargo, esto no fue informado por los medios.

Reflexión:

Nos llama la atención este proceder de algunos medios, en particular el hecho que el Diario La Nación, basado en información errónea, publicara en su Editorial, del 23 de agosto pasado, titulada “La Argentina y el riesgo de la energía nuclear”, mediante la cual propone un debate serio a partir de información errónea.  Nos preguntamos ¿y la ética de la información de La Nación, dónde quedó?   Hechos como éste, que ponen en tela de juicio la brillante trayectoria nuclear argentina para usos pacíficos y seguros, reconocida nacional e internacionalmente, merecen el rechazo de la Asociación de Profesionales de la Comisión Nacional de Energía Atómica y la Actividad Nuclear (APCNEAN) de nuestro país.

Ing. Agustín Arbor González

Secretario General de la APCNEAN

11/09/2012