Opinión de un afiliado
LA BOCA DEL PEZ
“La visión del mundo de hoy con relación a la energía nuclear está cambiando, ya sea por el aumento del precio de los combustibles fósiles o por la necesidad de disminuir las emisiones de gases con efecto invernadero. Dichas circunstancias han dejado demostrada la conveniencia de disponer de matrices energéticas diversificadas para asegurar una provisión eléctrica confiable y sostenible.”
“Ello ha llevado a muchos países a rever sus programas de instalación de centrales nucleares, habiendo decidido asegurar su suministro energético con energía nucleoeléctrica. La REPÚBLICA ARGENTINA no ha sido la excepción.”
“Asimismo, lo normado en el presente proyecto de ley es de significativa importancia estratégica para la REPÚBLICA ARGENTINA ya que permitirá su ingreso al grupo de países que están en condiciones de diseñar y construir centrales nucleares, lo que elevará su perfil tecnológico y ello provocará un consecuente incremento del nivel de desarrollo de la sociedad; revistiendo a su vez, trascendental importancia ya que permitirá el desarrollo y mantenimiento de la opción nuclear en la generación masiva de energía.”
Los párrafos anteriores son parte de la fundamentación del Proyecto de Ley, que firmado por Cristina F. de Kirchner, Sergio Tomas Massa, Julio De Vido y Carlos Fernández fuera remitido a la HCDN bajo Expediente 0006-PE-2009, el 18 de Marzo de 2009 (Declarar de Interés Nacional el Diseño, Construcción, Adquisición de Bienes y Servicios, Montaje, Puesta en Marcha, Recepción, Operación y Mantenimiento de una Cuarta Central de Uno o Dos Módulos de Energía de Fuente Nuclear a Construirse y el Reacondicionamiento para la Extensión de Vida de la Central Nuclear Embalse.)
Los considerandos de dicho Proyecto de Ley enfatizan así la correcta posición nacional con relación a la tecnología nuclear, la cual se inscribe en el “Plan Nuclear Argentino”, y que fuera finalmente aprobada por amplísima mayoría en el Senado de la Nación el 25 de Noviembre de 2009.
El día 22 de Noviembre de 2014 en Formosa, según información periodística local, el Sr. Sergio Massa expresó, entre otros conceptos:
"Venimos a comprometernos y a decirles a los formoseños que no queremos que un señor encerrado entre cuatro paredes decida que Formosa es un basurero nuclear; que en todo caso, si dice representar lo que representa que ponga lo que hay que poner, que llame a un plebiscito y le pregunte a los formoseños si quieren o no ser el basurero nuclear de la Argentina."
Lo sustentado hace 5 años por el entonces Jefe de Gabinete de Ministros Massa no se compadece en absoluto con estas expresiones.
Desde el punto de vista técnico no hay mucho que decir, porque la afirmación "convertir a Formosa en un basurero nuclear" no tiene sustento alguno ni entidad para que merezca un análisis serio. Los países que son considerados líderes en el mundo por su compromiso y acción en pos de la protección ambiental hacen uso intensivo de energía nuclear para evitar el mayor impacto de nuestra época, que es el cambio climático inducido por la emisión de gases de efecto invernadero causado por la quema de combustible fósil.
En el plano político, solamente se pueden entender las palabras del candidato a Presidente Massa en un contexto de sintonía con el discurso basado en una oposición ciega a decisiones del gobierno provincial actual, en particular aquéllas tendientes a la incorporación de tecnología nuclear en diferentes campos estratégicos, como son Energía, Salud y Producción.
Me pregunto si el Sr. Massa afirmaría que su Provincia (Buenos Aires) es un gran basurero nuclear porque se encuentra allí el mayor despliegue de tecnología nuclear argentina, que sin lugar a dudas sería envidia de decenas de países del mundo. En efecto, en el Centro Atómico Constituyentes se encuentra el Reactor de Investigación RA-1 y una planta para la elaboración de elementos combustibles para reactores de investigación. En el Centro Atómico Ezeiza está el Reactor de Investigación RA-3 donde se producen los radioisótopos que cubren la demanda nacional para su empleo en Salud, Agro e Industria, además de exportarse a países vecinos. También están CONUAR y FAE, dos empresas donde se producen los elementos combustibles para nuestras centrales nucleares. Dos de tales centrales, Atucha I y Atucha II están localizadas cerca de Lima, partido de Zárate.
Si la eventual instalación en Formosa de una planta procesadora de uranio natural (NPU Dioxitek) o de una central nuclear de mediana potencia (CAREM), debería ser impedida para evitar convertir al territorio provincial en un basurero nuclear, es de imaginar que el mismo criterio guiará el accionar del Sr. Massa si se convirtiese en Presidente de la Nación. Se habrán de desactivar en consecuencia las centrales nucleares en operación, desmantelar las diferentes instalaciones nucleares que producen radioisótopos o combustible nuclear, cerrar los Institutos y Hospitales donde se practica la Medicina Nuclear, disolver la Comisión Nacional de Energía Atómica y sus institutos de formación, incluyendo el Instituto Balseiro. Según algunos políticos locales y líderes religiosos, estas acciones se deberían perfeccionar para alcanzar una “Formosa No Nuclear”, supongo que cerrando por ejemplo los Profesorados de Física donde se estudian propiedades del núcleo atómico y sus reacciones, a fin de evitar que se propague un conocimiento contaminante para mentes y ambientes, amén de techar todo el territorio provincial para no ser alcanzados por las radiaciones provenientes de ese gran reactor nuclear que llamamos Sol. Así entonces, iluminada exclusivamente por tales mentes brillantes, la Provincia de Formosa se convertirá en un vergel gris habitado por mujeres y hombres fuertes que han podido sobrevivir enfermedades y luchas por conseguir alimentos, y que han sabido evolucionar adecuadamente para librarse de las tecnologías “contaminantes” que se han venido desarrollando en otras partes del mundo para la generación de energía, creación de nuevos fármacos, y la producción eficiente de alimentos.
Las palabras del Sr. Massa refiriéndose a la conversión de Formosa en un basurero nuclear si los proyectos vinculados a Dioxitek o al reactor CAREM se llevaran a cabo, son al menos irresponsables y desnudan una deshonestidad intelectual en la materia, habida cuenta de su decidido apoyo a estas tecnologías cinco años atrás. O si en realidad él las dijo solamente para halagar a sus anfitriones provinciales, entonces ellas nacen de la hipocresía o el cinismo. Cuál de estos adjetivos se ajustan a la verdad, únicamente lo sabe el candidato presidencial. Lo cierto es que esas palabras desprecian el esfuerzo de quienes estudiamos y trabajamos en temas nucleares, incluyendo la naciente y entusiasmante oferta educativa de Especialización Técnica en Instalaciones Nucleares que se dicta en Formosa.
Que nadie se equivoque. Estos comentarios no son un apoyo al gobierno provincial ni un ataque a su oposición. Es una crítica a quienes levantan fantasmas desde posiciones socialmente relevantes, atemorizando y desinformando con premeditación para obtener algún rédito sectorial, en lugar de convocar a un debate serio y sensato desde el conocimiento objetivo.
Desde mi simple condición de afiliado radical desde hace algunas décadas, en estos tiempos donde más que evolución muchos candidatos muestran una mutación ideológica y tecnológica para acomodar su discurso a las conveniencias en lugar de plantear propuestas de transformación y crecimiento, quiero solicitar que quienes pretendan alcanzar posiciones de gobierno expliciten sus ideas sobre las cuestiones relevantes al futuro del país, políticas educativas, sociales, energética, incluyendo aquéllas sobre política nuclear.
No quiero escuchar más palabras vacías o poco creíbles que no resisten el archivo. No quiero escuchar más palabras que provienen de la boca de un pez, sino de líderes que con respeto y sabiduría muestren a nuestro pueblo caminos de paz y crecimiento.